lunes, 25 de noviembre de 2013

Se mueve la tierra

Tomé la mano de mi mamá y fuimos corriendo a un lugar al aire libre, a unos cuantos metros de nosotras. Una señora empezó a rezar en voz alta, eso me asustó mucho. Todos estábamos muertos de miedo. Eran las 3:05 pm aprox. , comprábamos en un mercado cerca de casa.

Cual acto reflejo agarré mi celular y marqué a mi papá para preguntarle si estaba bien, él trabaja en el  sétimo piso de un edificio en San isidro y aunque en el fondo yo sabía que sí estaba bien, necesitaba escucharlo de su voz. Fue inútil, las líneas telefónicas ya estaban saturadas.

Un temblor de 5.8 grados alarmó a los limeños la tarde de hoy y a pesar de que no hubo daños materiales ni fatales nos dio un buen susto y luego te lleva  a la reflexión. Muchas cosas  pasan por la cabeza en esos segundos.
Saber que vivo en una zona sísmica de alguna manera reduce el factor sorpresa de temblores porque sabes que pueden darse en cualquier momento, pero a la hora de la hora uno nunca está preparado.
Sin duda, el sentimiento colectivo es el agradecimiento de estar aún vivos. FIUU


 Con esto ya tuve mi dosis de miedo y adrenalina suficiente por medio año.