domingo, 28 de julio de 2013

Me atrapaste, sedentarismo

No muy lejano de la realidad.
Alguna vez  estando en Paris, me enojé contigo Pierre, porque cuando por fin  nos veíamos en la noche, luego de una larga jornada de estar separados… tú, sí, tú,  te quedabas dormido en la mitad de la película  que yo había elegido  para que la viéramos juntos. Y tu excusa de estar cansado no me satisfacía en lo absoluto. 
Resulta que en estos días soy  yo quien no puede mantenerse despierta pasadas las 22:30. 

 Mis días de junio y julio se han convertido en una especie de hibernación. Soy una mezcla de oso polar,  Bridget Jones y una abuela tacaña, escenario demasiado lejano de lo que yo hubiera imaginado que serían  mis días en Lima a esta altura del año. Ejemplo: durante estas fiestas patrias me imaginaba haciendo la mochila y viajando a la selva unos 4 días. Ja! Ya quisiera.

Apenas el reloj roza las 22 hrs empieza a invadirme el cansancio. ¿Medianoche?  ¡No, jamás! ¡Pecado! A menos que una salida nocturna lo anteceda y al día siguiente no trabaje, ambas condiciones deben cumplirse.  Así de estricta con los horarios estoy siendo desde que empecé unos cursos  y a trabajar hace algún tiempo. ¿Actividad física? ¿En qué momento?
Ahora cuento las horas que duermo y las monedas que gasto. Tomo más café que antes y en los días de descanso quedarme en pijama todo el día me resulta una verdadera exquisitez. Ir al gimnasio se ha vuelto una utopía y mi meta de leer un libro por mes sigue siendo eso, una meta.  Ahora formo parte de los que viajan aplastados y agotados en un bus a las 18:30.

Ahora, solo ahora, te entiendo Pierre , pues yo también caí en el sedentarismo urbano… mejor dicho me dejé caer. Yo que intentaba ser la chica maravilla.

No me burlaré más de ti si me dices que tienes sueño a las 21:30 luego de un largo día en el trabajo. Pero ahora tú podrás burlarte de mí y reprocharme con todo derecho no haber visto una película hasta final.


Voilà ton revenge mon amour. Después de todo quien ríe al último, ríe mejor.

Me causó mucha gracia esta propaganda del Interbank. Entonces, que quede claro que si soy tacaña (prefiero el término "ahorradora" en mi caso) es por algo =)